Según datos de ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) cada dos segundos una persona se ve obligada a desplazarse como resultado de los conflictos y la persecución, en total más de 70 millones de personas en el mundo. De ellos, casi 25,9 millones son refugiados y más de la mitad son menores de 18 años.
Desde 12 Meses queremos reflejar la mirada de los menores en esos campos de refugiados, donde a pesar de las situaciones tan extremas que han vivido y viven, no dejan de lado su gran imaginación porque son niños que quieren jugar y llevar al máximo su creatividad.
Foto NZURI DAIMA: niños refugiados de Bidi Bidi muestran orgullosos su marioneta de cartón.
Bangladesh, Kenia, Jordania, Etiopía, Uganda…son algunos de los lugares donde se encuentran los campos de refugiados más grandes del mundo. Una realidad que desde el mundo occidental podemos ver lejana, pero no podemos olvidarnos de que existe.
¿Cómo es la vida en los campos de refugiados? En nuestra campaña #MenoresBienAcompañados, gracias a Nzuri Daima, conocimos la historia de Nzuri DaimaVíctor Mandela buscando un futuro en campos de refugiados repartidos por Uganda.
Los niños son capaces de aprender a entretenerse incluso en los lugares más remotos y para los casi 200.000 niños que viven en Bidibidi, un extenso asentamiento en el norte de Uganda que alberga casi un cuarto de millón de refugiados de Sudán del Sur, hemos podido comprobar que la creatividad no tiene límite.
¿Cómo se vive la infancia en los campos de refugiados? Con escasos recursos, entre las tareas diarias como recoger agua también hay lugar para elaborar juguetes nuevos con el barro, fabricar camiones con cajas del Programa Mundial de Alimentos, coches de botellas de plástico o muñecos hechos con barro o cartón. En el remoto campo donde hay muy poco que hacer y comprar, los niños han creado su propia diversión.
El gran ingenio de estos niños para fabricar sus propios juguetes demuestra que la imaginación no tiene límites y que esa necesidad innata de jugar es esencial para su aprendizaje, para explorar, para crear, y en definitiva, para construir un futuro mejor.
Desde 12 Meses queremos recordar que jugar es un asunto muy serio y es un derecho fundamental que tienen todos los niños del mundo.