España impulsa la ‘Resolución de Quito’ contra el turismo de células madre para trasplante y su uso sin evidencia demostrada
La publicidad engañosa que propone el uso de las células madre para tratamientos fraudulentos o cuya efectividad no ha sido comprobada científicamente, es un fenómeno en aumento que propicia el turismo de células madre y la proliferación de centros que prometen curaciones casi milagrosas.
La preocupación de los países iberoamericanos, que ven cómo el número de clínicas de terapia celular aumenta, ha sido la razón por la cual se ha celebrado en Quito (Ecuador) una reunión para firmar el compromiso del Consejo Iberoamericano de Donación y Trasplante que establece un marco jurídico para regular las actividades en esta materia.
Esta iniciativa, impulsada por España desde la Organización Nacional de Trasplantes, condena la compra, el tráfico y el turismo que tienen como objetivo la comercialización de células madre para llevar a cabo tratamientos que se encuentran en fase de investigación, cuya efectividad en la cura de muchas enfermedades todavía no ha sido probada y, por lo tanto, ponen en riesgo la vida de los pacientes que se someten a ellos.
La 'Resolución de Quito' supone un compromiso para paliar el nacimiento y proliferación de estas redes internacionales delictivas, e impulsar la regulación de estas prácticas para proteger la dignidad y seguridad de los donantes y los pacientes receptores.
Entre las medidas recogidas en el documento destacan: el compromiso de no utilizar células madre con fines terapéuticos mientras no se demuestre científicamente su beneficio curativo; el control de los centros que realicen este tipo de terapia, que deberán estar autorizados para ello por las autoridades sanitarias de cada país; y la consideración de delito en el uso no regulado de las células madre.
Para evitar tratamientos fraudulentos, se difundirá más información sobre los usos aprobados de células madre y los avances científicos en este campo.
La advertencia de la Agencia Española de Medicamentos
En España, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, ha advertido también sobre la posible confusión que acontece en la oferta de tratamientos con células madre.
Aunque se está avanzando en la investigación del uso de células madre como alternativa terapéutica para algunas enfermedades, antes de su utilización en el tratamiento de enfermedades humanas deben ser evaluadas con el mayor rigor científico.
Por eso, advierten de que actualmente, no hay ningún medicamento basado en células madre que esté comercializado en España, por lo que su oferta es ilegal, así como los productos cosméticos que incluyen tratamientos celulares de origen humano.
Las únicas células madre aprobadas para trasplante en España son las células madre sanguíneas (que se encuentran en la sangre del cordón umbilical, la médula ósea y la sangre periférica), el implante de queratinocitos para el tratamiento de quemados, las células troncales limbocorneales para el tratamiento de lesiones de córnea y los condrocitos, para reparar el cartílago dañado en una articulación. Por eso se recomienda a los pacientes que se informen bien antes de iniciar cualquier tipo de tratamiento basado en el uso de células madre consultando a su médico de cabecera.
Una moda con grandes riesgos para el paciente
Durante el encuentro de blogueros con el doctor Matesanz celebrado en el marco de la campaña 'Eres perfecto para otros' de 12 Meses, el director de la Organización Nacional de Trasplantes advirtió de los grandes riesgos que supone la proliferación de tratamientos basados en la utilización de células madre cuyo beneficio no está confirmado científicamente: “El turismo para someterse a tratamientos celulares es una plaga. Todos los días, pacientes aquejados de alzheimer, tetraplejias, paraplejias y otras enfermedades le piden al Estado financiación para viajar a otros países en los que les traten con células madre. El hecho de que estas células curan muchas enfermedades no está demostrado, pero las personas desesperadas buscan cualquier opción. Estos tratamientos, que son tremendamente peligrosos, solo se aplicarían a seres humanos cuando se compruebe su eficacia después de todo tipo de ensayos en la cadena de animales”.