Teresa Silva: "Quien prueba la bici adaptada descubre un vehículo que le da libertad de movimiento y engancha"
¿Cómo nació la Fundación También?
Nace como consecuencia de una inquietud personal. Yo practicaba deportes muy variados, y me atraían especialmente los deportes de riesgo, como el windsurf, el esquí y las movilidades aéreas. Tuve un accidente cuando me preparaba para un Campeonato del Mundo de Parapente y mi vida dio un giro radical en un segundo. Estuve grave, y tras varias operaciones y largas estancias en el hospital de parapléjicos de Toledo, fui recuperando mi vida. Volví a mi profesión de periodista, a trabajar en mi empresa, pero me faltaba mi parte de ocio, sentí que necesitaba hacer deporte.
Los deportes que me gustaban, no se podían practicar en España, y las posibilidades que encontré me quedaban muy lejos, sobre todo en EEUU. Pasó un tiempo, y conseguí practicar esquí alpino adaptada en Sierra Nevada, con monitores americanos, y volví a sentir una sensación de libertad. Alto dentro de mí me decía que esto no se podía quedar en una experiencia aislada, y había que dar la oportunidad a otras personas de vivirlo, y me puse en marcha para acercar el deporte adaptado a más gente.
¿Cómo trabaja la Fundación También?
Llevamos 14 años trabajando en el deporte adaptado entendido, además de como una afición, como una herramienta de integración social. Actualmente, los deportes que practicamos no parecen tan asombrosos, pero cuando comenzamos, que una persona con limitaciones físicas practicase piragüismo resultaba impensable.
Lo primero que buscamos es la concienciación de la población, que conozcan la discapacidad y la entiendan desde dentro, sin miedos ni prejuicios. Hacemos mucho hincapié en las familias que tienen algún miembro con discapacidad, sobre todo cuando son niños, porque es muy importante que estos crezcan en un ambiente feliz y lleno de posibilidades, en un mundo que sea lo más igualitario posible, porque todos los niños deben tener la posibilidad de disfrutar del juego y el deporte, y en esto todavía queda mucho por hacer.
¿Y cómo funciona la organización? ¿Qué peculiaridades tiene cada deporte adaptado?
Buscamos ayuda y contamos con la colaboración de varias entidades y patrocinadores. Algunos de ellos ya habían hecho algo para discapacitados, aunque normalmente se centraban en los psíquicos, porque los físicos necesitan materiales muy caros y específicos para cada caso, pero gracias al trabajo y las ayudas, con los años hemos conseguido avanzar muchísimo. Algo como las bicicletas adaptadas, que se han consolidado ahora, antes resultaba casi imposible.
Actualmente, podemos acceder a terrenos que para nosotros eran impensables. El material tiene un coste altísimo, y hay que formar previamente a monitores especializados para que puedan desempeñar su función. Hay deportes más fáciles, pero otros, como la vela, necesitan a profesionales que tengan la suficiente experiencia como para enseñar a personas con cada tipo de discapacidad. Para el piragüismo es necesario, simplemente, que la persona no tenga problemas de equilibrio que le impidan practicarlo, y en el caso del ciclismo, lo complicado es conseguir el material adaptado. En pádel o esquí hay que ponerse en la piel de la persona con discapacidad para adaptar las técnicas. El pádel adaptado es muy integrador e inclusivo, además hay muchas pistas.
¿Qué les aporta el deporte inclusivo a los usuarios?
El deporte inclusivo permite a las personas practicar múltiples actividades con su familia y amigos, compartir experiencias. Tenemos programas de voluntariado de los que, muchas veces, surgen relaciones mágicas, que unen a las personas. Incluso tenemos casos en los que se han casado un voluntario y un beneficiario.
¿Cómo comenzasteis vuestra andadura en el ciclismo adaptado?
Lo pusimos en marcha en 2002. Primero fueron 2 bicis, después 2 más, y más tarde sumamos otras 4.. En las Vías Verdes son fundamentales, como apoyo para poder recorrerlas. Estos caminos son vías de tren acondicionadas para viandantes y ciclistas, con paisajes preciosísimos que nos permiten adentrarnos en la naturaleza. Muchas de las rutas las estudiamos previamente para asegurarnos de que el recorrido es bueno. Tenemos un convenio con Vías Verdes mediante el cual, en algunos de los itinerarios, prestamos bicicletas adaptadas para que personas con discapacidad puedan disfrutar de ellas.
También hemos puesto en marcha el Proyecto Huellas, que tiene dos fases, en la primera, donamos 30 bicicletas a Vías Verdes para que las pusieran a disposición de los visitantes, de manera que las personas con discapacidad pudieran disfrutar de estas sendas ciclistas, y en la segunda, llevamos otras 30 bicis adaptadas a diferentes ciudades españolas, como Barcelona, Cádiz, La Coruña, Málaga, San Sebastián, Sevilla, Toledo, Valencia, Valladolid y Zaragoza. Contamos también con bicicletas cedidas para gente con parálisis.
¿Qué tipo de usuarios tiene la Fundación También?
Un poco de todo. Sobre todo, tenemos muchos niños, por los que los padres hacen unos esfuerzos increíbles. En esta sociedad, nadie quiere negarle nada a un hijo, y estos padres se convierten en verdaderos héroes, que hacen grandes esfuerzos económicos para regalarles una bici adaptada. Hay muchos que prueban estas bicis, pero quien la descubre encuentra un vehículo que le da libertad de movimiento y un modo de mantenerse en forma, que es lo que realmente engancha.
¿En qué otros ámbitos trabajáis?
También llevamos bicicletas a centros de Educación Especial, y no os podéis imaginar lo que se divierten los niños con trastornos severos. Pueden disfrutar de la naturaleza, correr maratones. Poder ser uno más es muy divertido, y necesario. Todas las personas que estamos condenadas a no practicar deporte de la manera habitual encontramos en las modalidades adaptadas un verdadero regalo, que nos aporta libertad. Cuando
En la Fundación También celebramos cada estación del año con una fiesta del deporte adaptado en la que abrimos nuestras puertas a todos aquellos que nos quieran conocer, practicando diferentes actividades. Invitamos a todo el mundo a que venga a formar parte de nuestra gran familia y cambie su percepción del deporte adaptado. Hay que quitar muchos tabúes, y eso sólo se consigue a través del conocimiento.
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