Etiopía, un refugio para los niños Eritreos
Hay una cantidad muy visible de personas desplazas a Etiopía desde Eritrea, país vecino con el que Etiopía mantuvo una guerra de dos años (1998-2000) que, tras anexionarse a Etiopía en 1963, luchaba por su independencia. En esta guerra, ambos bandos perdieron una gran cantidad de recursos y civiles, finalizando con la aparente libertad de la región eritrea con el Frente Popular para la Liberación de Eritrea al mando. Actualmente, el país cuenta con un partido único liderado por Isaias Afewerki, que ha retrasado las elecciones generales en varias ocasiones.
La situación de Eritrea no es demasiado conocida en nuestro país, sin embargo está considerado por muchos como la cárcel más grande del mundo. Un lugar donde los menores deben alistarse al servicio militar obligatorio a los 14 años, situación que puede durar toda su vida, o acaban como esclavos, en el caso de los niños, y esclavas sexuales, en el caso de las niñas.
Debido a esta horrible situación, muchos padres pagan a las mafias con el objeto de que lleven a sus hijos fuera del país, generalmente a los campos de refugiados de Etiopía. Así, este país acoge a un total de 167.843 eritreos actualmente, de los cuales 4.400 son menores no acompañados, es decir, un 34% de la población eritrea refugiada en Etiopía. Estos niños, con edades comprendidas entre 7 y 17 años, obligados a ser adultos, llegan con trastornos psicológicos y se llevan años sin ver a sus familiares.
Jesús Vázquez ha viajado junto a ACNUR al campo de refugiados en al región de Tigray y ha conocido a niños como Kuhli y Tekille y ha vuelto cargado de material para concienciar sobre esta realidad. Miles de niños necesitan ayuda día tras día en estos campos #CambiaSuHistoria y colabora con ACNUR.