En su viaje a Rumanía, Jesús ha ido conociendo historias desgarradoras de familias que han tenido que huir de su país por la guerra. La historia de Svetlana y Olev es una de ellas. Ellos rondan los setenta. Han trabajado toda su vida, como tantos y tantos abuelos. Él en la construcción, ella en lo que iba saliendo. A base de duro esfuerzo construyeron un hogar, criaron a sus hijos, les ayudaron a volar solos, vieron nacer a sus nietos.
Consiguieron esquivar la Guerra del Dombás, en 2014, pero esta vez, las bombas rusas les han dado de lleno. Su casa, el barrio, la vida cotidiana, sus vecinos, todo ha sido arrasado. Han tenido que cruzar la frontera con lo puesto, con un brillo en los ojos que no se va, un brillo de haber llorado mucho, un destello de pena y de rabia…
Actualmente sus planean irse a Irlanda, a trabajar, a empezar de cero, a sus setenta, aseguran que volverán a levantar las paredes de su casa.
Para ayudar a Svetlana y Olev y a tantas y tantas familias que han huido de la guerra, colabora con ACNUR: www.ayudaucrania.es