Marie Curie
“La mejor vida no es la más larga, sino la más rica en buenas acciones”
Nació en Varsovia (Polonia) el 7 de noviembre de 1867 y su infancia se vio marcada por el fallecimiento de una de sus hermanas a causa del tifus, y la muerte de su madre por tuberculosis cuando solo tenía 10 años.
Tras cursar los estudios de enseñanza básicos, Curie no pudo ingresar en una institución de educación superior por el mero hecho de ser mujer. Sin embargo, eso no hizo más que avivar sus ganas de aprender e ingresó junto a su hermana Bronislawa en una universidad clandestina polaca que admitía mujeres. En 1893, Marie Curie se licenció en Física por la Universidad de París, siendo número uno de su promoción. Tan solo un año más tarde, conoció al que se convirtió en su marido y padre de sus dos hijas: el también científico Pierre Curie.
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El interés por la física hizo que Marie Curie estuviese siempre investigando y en el 1898 descubrió los elementos Radio y Polonio iniciando las investigaciones en radioactividad, fundamentales en el estudio de la estructura atómica de la materia y con aplicaciones en medicina y otras disciplinas. A través de los avances en sus teorías y descubrimientos, creó la primera máquina de Rayos X. Gracias a ella fue posible progresar para realizar pruebas médicas, tratamientos para curar el cáncer y otras enfermedades. Además, salvó a mucha gente en la I Guerra Mundial llevando máquinas portátiles de rayos X en automóviles al frente para curar a los soldados.
Fue la primera mujer en conseguir un premio Nobel y única persona en recibir dos Premios Nobel en distintas categorías en física y en química. A pesar de la importancia de Marie Curie en estos hallazgos, no tuvo el mismo reconocimiento que su marido. Tras la trágica muerte de Pierre, en 1906, hizo que Marie ocupara la cátedra de Física de su marido en la Universidad de la Sorbona, convirtiéndose en la primera mujer catedrática de esa universidad.
A causa de la radiación a la que estuvo expuesta en sus experimentos, Marie Curie falleció el 4 de julio de 1934. Sin embargo, sus aportaciones a la ciencia y a la sociedad siempre serán inmortales.