El Club de #Malasmadres: cómo utilizar el sentido del humor y la autocrítica para demostrar que la madre perfecta no existe.
p { margin-bottom: 0.25cm; direction: ltr; line-height: 120%; text-align: left; widows: 2; orphans: 2; }p { margin-bottom: 0.25cm; direction: ltr; line-height: 120%; text-align: left; widows: 2; orphans: 2; }p { margin-bottom: 0.25cm; direction: ltr; line-height: 120%; text-align: left; widows: 2; orphans: 2; }p { margin-bottom: 0.25cm; direction: ltr; line-height: 120%; text-align: left; widows: 2; orphans: 2; } 'El club de Malasmadres' cuenta con una página web, un blog, perfiles en las Redes Sociales, una tienda, un programa de radio y, en el mes de abril, su primer libro verá la luz.
En '12 Meses' hemos entrevistado a Laura Baena, su fundadora, que nos ha recibido embarazada de su segunda hija y nos ha hablado del origen de este movimiento.
· ¿Cómo y cuándo nació el 'Club de Malasmadres'?
Surgió de manera natural. Empecé a utilizar mis perfiles en las redes sociales como un desahogo personal, para contar, en tono de humor, la frustración que sentía por no ser la madre perfecta que todos, incluso yo misma, esperábamos. A través de ellos, comencé a lanzar preguntas del tipo: “¿Cuál es tu mérito como #Malamadre? ¿Por qué te canonizarían como #Malamadre?”. De las respuestas más originales nacieron los 'Tips del día' de #Malasmadres y, como vi que estaba ganando popularidad, prometí que si la cuenta de Twitter de @malasmadres llegaba a los 2.000 seguidores, hacíamos una fiesta. Y entre la viralidad que alcanzaron los Tips del día, y la fiesta, que finalmente celebramos en mayo de 2014, se produjo el boom. Entonces me di cuenta de que ya no se trataba de un blog personal, si no que esto se estaba convirtiendo en una comunidad muy participativa.
A partir de ahí, seguí utilizando las redes sociales, hice un manifiesto de 'Malasmadres', fui trabajando este concepto y, a raíz de una primera entrevista en Yorokobu, me fueron llamando más medios, que se hicieron eco de la existencia del club y participaron en la difusión hablando de la existencia de una necesidad social, de un cambio, y mucha gente se ha sentido identificada con nosotras.
· Y ahora, el 'Club de Malasmadres' tendrá también un libro...·
La que traigo en el bombo será mi segunda hija (salgo de cuentas el 20 de marzo), y el 7 de abril tendré mi tercer parto, el de 'Soy buena malamadre', de la editorial Lunwerg. No quería hacer un libro en el que yo contara mis anécdotas y experiencias como madre, sino que buscaba que fuese el reflejo del 'Club de Malasmadres', de esas madres que están ahí, participan con sus anécdotas, y de las que aprendo cada día. Será un libro para esas madres primerizas que se dan cuenta de que la realidad no es para nada lo que les habían contado.
· ¿Qué vamos a encontrar en esta publicación?·
No será un libro de testimonios. Está dividido en varias partes y comienza contando qué ocurre cuando te quedas embarazada, ese proceso en el que tu ecosistema se transforma, con cambios físicos, emocionales y también a nivel social, familiar y laboral. El momento en el que, de repente, se rompen todos los cimientos y se construye algo nuevo que tú no esperabas.
Todo está contado con mucho sentido del humor, utilizando el tono de autócritica que ya se ha convertido en sello del club, aunque también incluye una parte autobiográfica en la que voy introduciendo los temas desde mi realidad, que se desarrolla desde los puntos de vista que hemos detectado en las madres que participan en el 'Club de Malasmadres'.
Incluye un test para revelar si eres 'malamadre', un manual de supervivencia, consejos, ideas... Pero, sobre todo, se trata de un libro muy visual para divertirse y sentirse identificada.
· Uno de los temas que más preocupa a las Malasmadres es la conciliación.·
Me da mucha rabia que cuando se habla de conciliación de la mujer, rápidamente, salga gente pidiendo la corresponsabilidad con el hombre, porque, aunque es una parte necesaria, todavía queda tanto por hacer en el ámbito de los derechos de la madre que no creo que sea el primer aspecto a tratar.
A día de hoy, en numerosas ocasiones, cuando una mujer se queda embarazada y lo comunica en su trabajo lo primero que le dicen es: “Ésta no es una empresa para mamis y bebés”, que es lo que me pasó a mí. Tenemos que empezar por cambiar esto, que es más urgente, para poder avanzar en el resto de aspectos.
Los hombres, no sólo deben implicarse como padres para ayudar a la mujer a conciliar, también tienen que concienciarse en la parte empresarial. Son los hombres directivos, los que suelen ostentar los altos cargos, quienes no deberían poner trabas cuando una mujer se queda embaraza. No podemos movernos en una sociedad laboral que esté encorsetada en horarios, sería más lógico organizarse por objetivos, en la medida de lo posible. Pero todo esto debe partir de un cambio social, una reeducación. Queda muchísimo por hacer.
· ¿Cómo ha cambiado el modelo de maternidad al que se enfrentan las Malasmadres'?·
Existe un modelo tradicional de madre asentado que choca con el actual. Nuestra generación está preparada profesionalmente, la mayoría hemos estudiado y trabajamos, así que cuando eres una profesional y de repente te conviertes en madre te das cuenta de que te pasan a otro lado, te relegan y sufres un parón en tu carrera, ya sea porque te coges una reducción de horario, decides cuidar de tus hijos o quieres seguir con tu profesión al mismo nivel, y te vas dando tortazos porque te das cuenta de que todo son trabas y no llegas.
Por un lado, te están exigiendo que seas la madre de generaciones anteriores que preparaba cenas equilibradas y podía ocuparse de cuidar la casa y la familia, pero por otro, en el trabajo, también te piden que cumplas con los objetivos a tiempo completo, olvidándose de que eres madre o poniendo en duda tu valía. Entonces, las mujeres cometemos el error de intentar demostrar que no somos madres, que somos superwoman, sometiéndonos a un nivel extremo de autoexigencia para poder cumplir al 100% en todos los ámbitos, pero no llegamos a todo. Y empezamos a dedicarnos menos tiempo a nosotras mismas, a nuestra pareja, y terminamos perdiendo nuestra identidad como mujeres. Nosotras también necesitamos nuestro espacio
La empresa debería darte una serie de licencias y entender que, cuando eres madre, muchas veces tienes que salir antes porque surgen imprevistos, que necesitas cierta flexibilidad de horarios, o que no pueden ponerte una reunión a última hora de la tarde, que no sabes cuándo terminará.
· ¿Cuál ha sido tu experiencia en este aspecto?·
Pasé los dos primeros años de mi primera hija (que cumplió 3 en diciembre) intentando ser Superwoman, pero iba cayendo, y me convertía en una antiheroína, fallaba en todo: llegaba tarde al colegio, no tenía tiempo para cocinar, y me ocurrían tantas anécdotas desastrosas que pensé: “Hay que asumirlo”. Así que paré porque no estaba a gusto en mi situación, necesitaba un cambio personal y profesional, y comencé a luchar por mi propio proyecto de vida. Ahora soy autónoma y organizo mi tiempo lo mejor que puedo.
· ¿Cuál es el objetivo del 'Club de Malasmadres'?·
El objetivo del club es desmitificar la maternidad y aprender a tomarnos esta experiencia con sentido del humor y autocrítica para poder reírnos de todas esas cosas que parecen tabúes pero que nos ocurren a todas. Tenemos que visibilizarlas para no sentirnos mal por ser humanas. ¿Cómo iba una madre a reconocer que le había dado dos días seguidos croquetas congeladas para cenar a tu hijo? ¿Admitir que era un desastre? Eso era impensable. Yo era mucho mejor madre antes de ser madre. Pero estamos demostrando que no estamos solas, somos muchas, y no somos peores madres por ello.
· ¿Qué hay que tener para ser una Malamadre?·
Sentido del humor y ganas de reivindicar que nuestro papel en la sociedad tiene que cambiar. Es muy divertido porque todos los días llegan anécdotas de todo tipo que no dejan de sorprendernos. Las mejores se convierten en 'Tips del día'. Las madres que hacen sus aportaciones son las verdaderas protagonistas, y algo que comenzó como un desahogo personal se ha convertido en una comunidad de personas que se sienten igual y te escriben dándote las gracias por fundar este club porque les ayuda a no sentirse solas.
Lo que realmente pretendemos decir las Malasmadres es que somos las mejores madres que existen para nuestros hijos, pero partiendo de la base de que no existe la madre perfecta, y que nosotras tampoco pretendemos serlo porque las cotas de exigencia son tan altas que no nos compensa matarnos por alcanzarlas y preferimos asumir nuestras limitaciones.
· ¿Cuesta asumir este cambio de planteamiento sobre la maternidad?·
Depende. Hay personas que se dan cuenta y lo aceptan al mes, otras tardan años, y hay quienes no lo asumen en la vida. No resulta fácil asumir que no eres esa madre perfecta que tenías en mente y que todo el mundo (medios de comunicación, familia, sociedad...) había puesto en tu cerebro. Al final, todas las madres arrastramos ese sentimiento de culpa, y hablamos mucho sobre ello. Es un tema que tratamos mucho en el blog de Malasmadres con las psicólogas colaboradoras y nuestra coach. Nosotras preferimos buscar el punto cómico a todo esto y reírnos. Queremos quitarnos ese sentimiento de culpa, pero no vamos a poder hacerlo hasta que no nos demos cuenta de que la madre no es perfecta. Ésa es la lucha.
· En el Club de Malasmadres tratáis muchos temas. ¿Qué es lo que más preocupa a las madres?·
Cuando todo esto comenzó a tomar forma, decidimos poner un poco de organización. Nos paramos a pensar cuáles eran las preocupaciones de las Malasmadres y las dividimos en cuatro grandes grupos:
- El tiempo (si pudiésemos, traficaríamos con horas).
- La conciliación.
- Cuidar de sí mismas.
- Ser mejores madres.
Y definimos nuestros contenidos en esas cuatro grandes secciones, para las que contamos con varias colaboradoras, entre las que se encuentran una coach, una sexóloga, una psicoterapeuta infantil, una madre runner que nos habla sobre deporte, una nutricionista, una boticaria, una experta en belleza, otra en moda, y vamos sumando nuevos fichajes, atendiendo a las propuestas que nos llegan por parte de las madres.
También nos dimos cuenta de que estamos rodeadas de madres que han decidido trabajar por su cuenta y reinventarse, así que mensualmente lanzamos la 'Guía de madres emprendedoras', para intentar asesorarles.
Los domingos tenemos la sección 'Ellas opinan', en la que damos voz a las historias de muchas madres y a distintas iniciativas sociales.
En la web también tenemos el blog, y la tienda del Club: Soymalamadre.com, donde se pueden conseguir productos de diseño propio. Camisetas para la Malamadre, el Buenpadre y los Buenoshijos, libretas, láminas, bolsas... Y muchas madres nos mandan fotos posando orgullosas con sus camisetas. ¿Para qué queremos modelos si tenemos a estas madres reales, que son mucho más auténticas?
Organizamos talleres, y de vez en cuando, algunas acciones con marcas, pero sólo las llevamos a cabo si consideramos que éstas van a aportar un valor añadido a la filosofía del club. Y ahora tenemos un programa semanal de radio online en Onda Mujer.
· En temas de igualdad de género, ¿crees que estamos asistiendo a un cambio de mentalidad? ¿Existía una necesidad de encontrar referentes?·
Sí, totalmente. Se ha creado una sensación muy bonita y pienso que la semilla que hemos plantado entre unos cuantos está creciendo, y estamos ganando visibilidad. Hemos detectado que el mundo de la publicidad se ha percatado de esto, de que existe una voluntad de cambio, y cada vez nos encontramos con más anuncios que lo reflejan.
Había una necesidad social y le hemos puesto voz, pero muchísima gente se identifica con nosotras. Existe mucha empatía y complicidad, y queremos que sigan sintiéndose parte de esto para, juntos, poder avanzar.