Los Bancos de Alimentos: toneladas de solidaridad para ayudar a los necesitados
En el mundo desarrollado se destruyen cantidades inaceptables de alimentos: se estima que en España, más de 8 millones de toneladas siguen este destino cada año. En contraste, en el mundo desarrollado existe muchas personas que viven por debajo del umbral de la pobreza, de las cuales, un importante porcentaje precisa de ayuda alimentaria. Para luchar contra el despilfarro alimentario y optimizar su aprovechamiento por parte de los necesitados, nacieron los Bancos de Alimentos.
Banco de Alimentos es una organización benéfica sin ánimo de lucro cuyo fin es la consecución gratuita de alimentos de todas clases, cuya donación y distribución posterior también hace gratuitamente entre entidades benéficas legalmente reconocidas, dedicadas a la asistencia y cuidado directo de personas necesitadas (disminuidos psíquicos y físicos , ancianos y niños desvalidos, familias marginadas, drogadictos en recuperación, enfermos de SIDA, etc.).
La Federación Española de Bancos de Alimentos, que agrupa actualmente a 55 Bancos de Alimentos en toda España, se fundó en 1994 y forma parte de la Federación Europea de Bancos de Alimentos. En el año 2012, la FESBAL (Federación Española de Bancos de Alimentos) fue galardonada con el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia, por su esfuerzo y trabajo contra el hambre y el despilfarro, a favor de los más necesitados.
Tiene su sede central en un local situado en el Colegio de San Fernando, cedido gratuitamente por la Comunidad de Madrid. En sus instalaciones, a nivel nacional, trabajan de un modo altruista más de 2.000 voluntarios permanentes, movidos por el espíritu de la solidaridad. Estos voluntarios son, en su mayoría, jubilados que han decidido colaborar tras finalizar su vida laborar, aportando sus conocimientos profesionales y su conciencia social. En el 2013 han almacenado y distribuido 118 millones de kilos de alimentos que han garantizado 400 millones de comida, una cantidad que crece un 14% anual, cubriendo actualmente las necesidades alimentarias de 1,5 millones de personas (lo que constituye una cobertura del 50% de la demanda).
En la central del Banco de Alimentos de Madrid hay un millón y medio de kilos almacenados y se reparten 50 toneladas diarias.
Su modus operandi se basa en los siguientes principios:
- Prima la gratuidad: los alimentos son recibidos y distribuidos gratuitamente y el trabajo de los colaboradores es voluntario.
- Seguridad de una distribución justa siempre a través de entidades benéficas legalmente reconocidas y que garantizan que las ayudas alimentarias llegan a las personas realmente necesitadas.
- Promoción de la solidaridad y cohesión social mediante la ayuda alimentaria a las personas con apremiantes necesidades.
- Profesionalidad y transparencia en su actividad y administración.
- Contribución a la sostenibilidad y preservación del medio ambiente al evitar procedimientos contaminantes de destrucción de los alimentos.
¿De dónde llegan estos alimentos?
- Gracias a donaciones económicas de empresas y particulares, que también sirven para subvencionar el mantenimiento de la estructura del Banco de Alimentos (almacenamiento, cámaras frigoríficas, infraestructura y maquinaria).
- De productores y empresas que dan de modo gratuito sus excedentes que, de otro modo, se destruirían.
- Operaciones kilo de grandes hipermercados, empresas y colegios, que inculcan principios de solidaridad, altruismo y valores.
- Programa de la UE de frutas y verduras. La UE paga una cantidad por los excedentes a los productores siempre que los den a los Bancos de Alimentos.
¿Qué exigencias deben cumplir los receptores de estos alimentos?
- Ser un Organismo Benéfico o equivalente, nunca un particular.
- Estar registrado oficialmente.
- Tener el propósito de servir a los Colectivos socialmente más desfavorecidos.
- Distribuir gratuitamente los alimentos recibidos y no cambiarlos por dinero.
- No efectuar ningún tipo de discriminación entre los beneficiarios de las ayudas alimentarias.
- No utilizar los alimentos recibidos para finalidades contrarias a los objetivos del Banco de Alimentos (distribución a personas no necesitadas o utilización de los alimentos con fin comercial).
- No mantener en existencias alimentos procedentes del Banco de Alimentos en cantidades superiores a las que puedan justificarse en razón al periodo transcurrido en dos donaciones sucesivas.
- Abstenerse de cualquier programa o acción pública, y, en general de cualquier comportamiento que pueda perjudicar el nombre del Banco de Alimentos.
- Llevar libros y registros de los productos recibidos y distribuidos.
- Cumplir las normas de seguridad de alimentos.