Zero Waste
El 'Zero Waste' (Desperdicio Cero) es una forma de vida que tiene como meta reducir la cantidad de desperdicios que tiramos a la basura, en lugar de reutilizarlo. En la Naturaleza no se desperdicia nada, lo que no sirve para unos, lo aprovechan otros.
Solamente los humanos hemos creado productos que, una vez utilizados, se tiran por ser inservibles. Podemos tomar ejemplo de la naturaleza y aprender a aprovechar nuestros recursos con pequeños gestos en nuestro día a día. De este modo, reduciremos el impacto ambiental y protegeremos nuestro entorno, además de ahorrar.
Tanto los desperdicios orgánicos (que pueden convertirse en compost utilizado como abono), como los que no lo son, pueden ser reciclados o utilizados para ser reconstruidos en nuevos materiales y objetos, creando un generoso ciclo de renovación y vida.
Abrazar estas rutinas no requiere demasiados esfuerzos y, sin embargo, ayudan a salvaguardar nuestro futuro preservando el medio ambiente y ahorrando dinero. Hawai tiene su propio Departamento de 'Zero Waste' en su división medioambiental.
Te damos algunas claves para unirte al 'Zero Waste':
No impact
En la misma línea, encontramos 'No impact', una propuesta de Colin Beaman, un hombre que durante un año vivió siguiendo unas estrictas reglas para reducir a cero su impacto medioambiental. De este modo, la llamada 'Huella ecológica' puede llegar prácticamente a borrarse, haciendo de nuestro paso por el planeta una experiencia que no altera negativamente nuestro entorno.
Usar transportes ecológicos, que no funcionen con petróleo, consumir productos que provengan de un radio de 100 Km desde nuestro hogar para no contribuir a la contaminación, y utilizar materiales reutilizables. Actualmente, hay un movimiento que acoge estas medidas para preservar el equilibrio natural.
Ciudades más limpias
Estados Unidos se ha propuesto convertir sus ciudades en lugares que convivan en armonía con la naturaleza. La ola verde de la ecología se va instalando poco a poco en estas capitales, que van incluyendo medidas sostenibles en sus calles, su arquitectura y el aprovechamiento de sus recursos. Éstas son las tres ciudades más verdes del país.
Portland (Oregón)
Es la ciudad más verde de EEUU, regentando el primer puesto en sostenibilidad del país. Fue declarada la mejor ciudad para circular en bicicleta de Norteamérica, con 320 Km de vías para pasear sobre dos ruedas, haciendo que resulte fácil renunciar al uso de transportes que funcionan con gasolina. Además, la ciudad es famosa por sus empresas fabricantes de comida sostenible.
San Francisco (California)
Declarada la ciudad de América líder en energía solar, cuenta con un innovador programa de reciclaje que cuenta con la colaboración de los artistas locales para que, a través de sus creaciones con materiales reutilizados, inspiren a los ciudadanos a poner su imaginación a funcionar para darles una segunda vida a los objetos en lugar de tirarlos. Además, fue la primera ciudad del país que prohibió el uso de bolsas de plástico en los comercios.
Seattle (Washington)
Más de 20 edificios públicos de la ciudad tienen el certificado LEED (Liderazgo en el diseño de energía y medio ambiente). A través de un programa de incentivos, se anima a los habitantes a instalar paneles solares en sus casas para conservar la energía. Las asociaciones de vecinos y festivales sostenibles ofrecen talleres en los que se enseña cómo vivir en armonía con la naturaleza.
Proyectos universitarios
Las universidades estadounidenses son la cuna de la educación, pero también las madres de varios eco-proyectos para crear iniciativas sostenibles.
La Universidad de Atlantic ha sido la primera en conseguir neutralizar las emisiones de carbono. La de Warren Wilson trabaja en la auto-suficiencia. Tienen sus propios huertos orgánicos y bosques, que son cuidados por los propios alumnos. En Harvard, los vehículos funcionan con aceite vegetal desechado en las cocinas del campus, y han conseguido reducir la basura generada un 73%.
En la Universidad de Evergreen State, el 100% de la energía que se emplea es limpia, y están trabajando para impulsar el uso del coche eléctrico. La de California ha aumentado un 50% el uso de bicicletas, y ha sido la primera en contar con una cocina orgánica certificada para sus estudiantes.