@page { margin: 2cm } P { margin-bottom: 0.21cm } Ya te hemos contado una parte de la historia de la bicicleta, te hemos mostrado las ciudades en las que ésta forma parte de la esencia del lugar, aquellas en las que desplazarse en este vehículo es más placentero, y hemos descubierto algunas de las Vías Verdes de las que puedes disfrutar en nuestro país, pero ahora esperamos convencerte del todo para que te pongas a pedalear.
El ciclismo no es solamente un deporte, puede ser una forma de vida que, además de facilitarte el transporte, te puede reportar muchísimos beneficios, tanto físicos, como psíquicos y, por si fuera poco, ayudarás a preservar el medio ambiente.
10 beneficios de pedalear que mejoran tu salud
Si aún necesitas más razones, deberías saber que los efectos positivos del pedaleo pueden apreciarse en los primeros 20 minutos. Se recomienda montar en bicicleta de 45 a 60 minutos cada vez para que los resultados sean más palpables, ya que a los 10 minutos comienza a mejorar tu articulación, a los 20 se refuerza tu sistema inmunitario, a la media hora tu nivel cardiovascular se verá optimizado, a los 40 minutos aumentará tu capacidad respiratoria, a los 50 se acelerará tu metabolismo y cuando lleves una hora habrás comenzado a controlar tu peso, y notarás la liberación de estrés, lo que te proporcionará un estado de bienestar general.
Ayudas a cuidar la naturaleza
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Pero no sólo tu salud saldrá ganando, también le estarás haciendo un favor al medio ambiente. Además de ser un medio de transporte muy económico, tanto por su mantenimiento como por su coste de compra (te ahorras los impuestos, el parking, los seguros, la gasolina), no contamina.
Es de los pocos vehículos que no emite gases ni ruidos. La bicicleta respeta el medio ambiente, algo fundamental en las ciudades, que cada vez están más saturadas de vehículos a motor. No despilfarrarás energía, evitando el impacto ambiental.
Según un estudio de 'Amics de la Bici', las personas que se desplazan habitualmente en coche por la ciudad suponen el 20% de los usuarios de la calle, pero acaparan el 62% del espacio público, siendo responsables del 97% de la contaminación atmosférica de las grandes ciudades. Además, estos vehículos motorizados son el origen de la contaminación acústica, la congestión del tráfico, los atascos en las calles y la ralentización del transporte público.
Por todas estas razones, impulsar el uso de la bicicleta mejoraría la calidad de vida colectiva en las ciudades, pero también en los pueblos, ya que a cualquier lugar le viene bien reducir las emisiones contaminantes, reducir el ruido y liberar circulación motora en sus calles. La bicicleta usa la energía generada por el movimiento de nuestros pies en el pedal, sin combustibles, reduciendo las emisiones de dióxido de carbono en un 11% gracias a su uso en viajes cortos. Para vivir más feliz, ahorrar tiempo buscando aparcamiento, y mantener el aire puro y limpio... ¡Súbete a la bici!