El Parque natural de s'Albufera des Grau, la joya de la biosfera de Menorca
@page { margin: 2cm } P { margin-bottom: 0.21cm } El Parque natural de s’Albufera des Grau fue declarado como tal por el Decreto 50/1995, de 4 de mayo, después de años de movilizaciones sociales que pedían la protección de la zona. En el año 2003 se ampliaron los límites del Parque hasta ocupar un total de 5.006,7 hectáreas, tanto marinas como terrestres, y se declararon cinco reservas naturales (las islas d’Addaia, s’Estany, bassa de Morella, es Prat y la isla de En Colom) con el objetivo de conservar los lugares especialmente sensibles y con valores de gran interés. Además, casi toda la zona está incluida dentro de una Área Natural de Especial Interés (ANEI), forma parte de la Red Natura 2000 y es núcleo de la Reserva de la Biosfera.
En el Parque están bien representados diferentes elementos del patrimonio cultural de Menorca. La riqueza de elementos arqueológicos (talayots, navetas, taulas…) y etnológicos (paredes de piedra en seco construidas con piedras unidas sin argamasa , barracas...) es testimonio de la convivencia del ser humano con la naturaleza en esta zona desde tiempos prehistóricos. Algunas "cases de lloc" (casas de fincas rústicas) son representativas de la arquitectura tradicional menorquina.
Forman parte del ámbito del Parque unas comunidades agroforestales en buen estado de conservación, donde la acción humana ha favorecido un ambiente de gran biodiversidad vegetal y animal. Estas comunidades están constituidas por campos de pasto extensivo de ganado bovino y ovino, campos de forrajes y cereales de invierno para alimentar el ganado y campos en barbecho.
Este conjunto forma un mosaico paisajístico donde la diversidad de hábitats favorece la coexistencia de multitud de especies de flora y su fauna asociada. En consecuencia, la diversidad actual es fruto de un equilibrio donde el mantenimiento de la actividad ganadera ha tenido un papel decisivo.
El acebuchal ocupa todas las zonas interiores del Parque, excepto las hondonadas más húmedas, las áreas inundadas y la franja litoral. Esta formación densa y espesa está dominada por el acebuche (Olea europaea var. sylvestris) y lo acompañan especies como el lentisco (Pistacia lentiscus) y el falso aladierno (Phillyrea media) y, en las pendientes más secas y pedregosas, la lechetrezna (Euphorbia dendroides). Allí donde la profundidad del suelo o la orientación permiten una mayor humedad, hay pequeños rodales de encinares y, en las zonas inundadas, crece la vegetación higrófila.
En las playas encontramos vegetación dunar bien desarrollada y en el litoral rocoso, los localmente conocidos como socarrells, conjunto de plantas espinosas en forma de cojín, que han adquirido dicha morfología por las salpicaduras del mar y por la acción del viento. Estos socarrells forman parte de las comunidades vegetales con mayor número de endemismos de Menorca.
El Parque destaca por la diversidad de aves. Encontramos especies acuáticas como las anátidas, las fochas, los cormoranes moñudos, además de rapaces como el águila pescadora, el milano o el águila calzada.
Entre los reptiles y los anfibios, destaca la lagartija de Baleares (Podarcis lilfordi), endémica de Mallorca y Menorca y presente exclusivamente en los islotes, donde se ha ido diversificando en subespecies. Además, hay otras especies interesantes como el sapo verde, la ranita de San Antonio, las tortugas de tierra y de agua, la lagartija italiana o la culebra de cogulla y la de escalera.
Entre los mamíferos destacan los carnívoros como la comadreja o la marta, insectívoros como el erizo moruno o la musaraña, además de roedores como el lirón careto.
El Parque cuenta con un área de medio marino donde están representados fondos de diferentes tipos. En las zonas de fondos arenosos dominan las praderas de posidonia. En las calas cerradas y poco profundas aparecen otras comunidades como las Cymodocea y Zoostera, plantas marinas escasas en el Mediterráneo.
Pero también hay fondos rocosos con interesantes comunidades de algas. En ambos tipos de substratos podemos encontrar diferentes especies de peces e invertebrados.
Varios detalles a tener en cuenta cuando visitemos la reserva natural:
- Paseen en silencio por los itinerarios y caminos adaptados a tal efecto, así evitarán molestias al resto de visitantes y a la fauna.
- Se debe tener en cuenta que la mayor parte del Parque es privado y que existen diversas explotaciones agrícolas y ganaderas que no pueden ser molestadas.
- Pidan autorización para visitas organizadas o para grupos de más de 25 personas.
- No pisen las dunas. No circulen con vehículos a motor, bicicletas o caballos por las playas y dunas.
- No fondeen las embarcaciones sobre la posidonia.
- No hagan fuego ni acampen sin autorización.
- No cojan piedras ni losas de ninguna zona del Parque.
- No arranquen plantas ni molesten a la fauna.
- No paseen animales de compañía por las zonas de protección estricta y de conservación predominante como Favàritx y el entorno de s’Albufera.
- No practiquen la pesca submarina sin la autorización específica del Parque.